eddy beltre/espacinsularSANTO DOMINGO. 11 DE AGOSTO DE 2007.- La interpelación el martes de esta semana, del canciller haitiano Jean Renald Clerisme por la Comisión de Asuntos Extranjeros de la Cámara de Diputados de su país, ha revelado la existencia de fricciones entre el gobierno y los legisladores haitianos, en relación a los casos de corrupción denunciados durante el pasado régimen de transición (2004-2006).
Los diputados convocaron al funcionario, tras la recién publicación de un informe del Senado de la República y de los resultados, hace alrededor de un año, de una investigación llevada a cabo por una comisión de legisladores, con relación a la inacción oficial, ante el cúmulo de pruebas que implican a altos funcionarios del gobierno Alexandre-Latortue en actos de corrupcion.
Dos de los expedientes en cuestión, están vínculados con la legación diplomática haitiana en Santo Domingo. Unos trabajos de remodelación de la embajada, asignados sin concurso a la compañía dominicana “Construcciones Internacionales S.A”, por un valor de US$ 282,000 han permitido el cobro de una comisión de US$ 128,000.
Andres Lonac, presidente de la compañía admitió el 25 de julio pasado, frente a una comisión investigadora de las autoridades monetarias haitianas y del embajador acreditado en el país, Fritz Cineas, haber entregado personalmente a Harold Bruno, funcionario de la cancillería, la suma indicada de comisiones.
De manera general, las reparaciones y remodelaciones en la embajada durante el periodo de transición costaron unos US$551,000, en total. El embajador Cineas en declaraciones al periódico Le Nouvelliste, estima que “no deberían haber costado más de US$70,000”.
Igualmente, la adquisión de una casa sobrevaluada en Santiago para alojar, sin haber obtenido la autorización de la Secretaria de Relaciones Exteriores de la República Dominicana, un consulado.
El canciller admitió que se pagó para el imueble localizado en el “reparto Universidad”, frente a la Universidad PUCAMAIMA, alrededor de US$ 400,000. El alto funcionario no precisó, sin embargo, a nombre de quien está preparado el título de propiedad, debido a la inexistencia oficial del consulado.
De acuerdo al senador Evaliere Beauplan, presidente de la comisión de Asuntos Extranjeros de la cámara alta, el personal nombrado por el ex canciller y ex general Herard Abraham, en ese consulado cobraba, sin que hasta la fecha, esa oficina haya sido abierta, sueldos de hasta US$ 15,000 mensuales.
La Sra Therese-Armelle Bazile Georges, esposa del ex secretario de Estado de Finanzas del gobierno de transición, Lemercier Georges, antiguo propietario de la edificación, siempre, según Beauplan, era la Cónsul.
Investigadores de la Unidad de Lucha Contra la Corrupción (ULCC) cuestionaron la “compra relámpago” de esa casa, cuando los consulados haitianos formalmente en función en Barahona y Dajabón, son locales alquilados.
Además, el diputado del oficialista Partido Lespwa, Steven Benoit, un antiguo cuñado del presidente, llamó la atención del Canciller Clerisme y del Director General de la Cancillería Nixon Myrthil, sobre la falta de seguimiento dado al caso de la desaparición de dos cheques por un monto de 76 millones de gourdes, (US$1x36G) destinados al pago de funcionarios y empleados de la Cancillería, así como a becarios haitianos en Cuba.
Asimismo, se mencionó la operación bancaria de US$ 1 millón y medio de dólares que transitó por la cuenta de la embajada de Washington, para una institución financiera desconocida de las autoridades monetarias haitianas.
Harold Bruno, antiguo administrador de la Cancillería, es señalado como el cerebro de una maquinaria que operaba desde su oficina, para el desvío de fondos públicos, el cobro de comisiones sobre las transacciones oficiales y, los nombramientos irregulares en las misiones en el extranjero, reteniendo un porcentaje de los sueldos asignados a cada empleado y funcionario.
Por otra parte, Benoit quien también es miembro de la comisión de lucha contra la corrupción de la cámara de diputados, mencionó a Guy Fanfan en su calidad de ex Inspector General de las Embajadas, quien fuera detenido en dos ocasiones en el Aeropuerto de Miami, llevando consigo, la primera vez, US$ 600,000 en efectivo y la segunda vez US$ 1 millón.
Los miembros del comité que interpelaron a Clerisme, criticaron la lentitud del ejecutivo para operar los cambios necesarios en las misiones diplomáticas y consulares.
El gobierno Preval-Alexis, con más de un año en el ejercicio del poder, no ha efectuado ningún cambio en el personal diplomático de alto rango, de las 39 misiones diplomáticas y consulares, pese al cuestionamiento de los legisladores sobre la irregularidad de los nombramientos. Tampoco ha reintegrado quienes habían sido cancelados por motivos políticos.
El presidente del Senado Joseph Lambert en declaraciones a la prensa antes de la audiencia insistió en que “el senado debe de cumplir con todas sus prerrogativas”. Invitó al ejecutivo a someter a la ratificación del senado, los actuales embajadores y cónsules nombrados por las autoridades de transición. Particularmente en los casos de Washington, de Paris y Santo Domingo.
Al respecto el Canciller haitiano, un antiguo sacerdote católico, ofreció a los diputados una repuesta legalmente correcta, pero políticamente imprudente: “Solo el Presidente de la República tiene el poder de nombrar o cancelar a los embajadores y cónsules”.
La semana pasada, la cámara baja interpeló y dio un voto de censura (68 sobre 99 diputados) al Ministro de Cultura Daniel Elie, por un asunto no muy claro de manejo de fondos durante el pasado carnaval haitiano.
Elie, pese a su amistad personal con el presidente, como es la norma, renuncio a su puesto, al mismo tiempo que anuncio que defendería en los tribunales su “integridad y honor”. Asimismo muchos diputados, no convencidos de los argumentos de Clerisme relativos a las trabas de funcionarios de la cámara de cuenta en relación a los casos de corrupción, han expresado su disposición de “despedir” al actual canciller, si no aporta repuestas más convincentes, que sus promesas de la pasada audiencia
La lucha contra la corrupción, es actualmente junto a la batalla contra el narcotráfico, una de las prioridades del presidente Preval. Altos ejecutivos del SOCABANK, incluyendo el Presidente de la compañía de teléfonos HAITEL, Franck Cine, implicados en la quiebra de la citada institución bancaria están presos.
Dos miembros de una de las familias empresariales más poderosas de Haití, Fritz y David Brant, (padre e hijo) han sido arrestados y llevados a la justicia por su implicación en fraudes aduanales. Hay una investigación en curso sobre el Puerto Marítimo manejado por la Familia Mews.
Existe una percepción positiva de estas acciones al mismo tiempo que distintos sectores incluyendo los legisladores, piden que la lucha en contra de la corrupción no sea ni selectiva ni política. Es evidente que el actual gobierno no ha querido dar curso a varios expedientes que implican altos funcionarios de la pasada administración.
En ese contexto el reclamo de los diputados parece tener validez. Más, la situación de fricciones que tiende a ampliarse entre el ejecutivo y el legislativo, debe de ser manejada inteligentemente para evitar una crisis entre los poderes estatales.
Los diputados convocaron al funcionario, tras la recién publicación de un informe del Senado de la República y de los resultados, hace alrededor de un año, de una investigación llevada a cabo por una comisión de legisladores, con relación a la inacción oficial, ante el cúmulo de pruebas que implican a altos funcionarios del gobierno Alexandre-Latortue en actos de corrupcion.
Dos de los expedientes en cuestión, están vínculados con la legación diplomática haitiana en Santo Domingo. Unos trabajos de remodelación de la embajada, asignados sin concurso a la compañía dominicana “Construcciones Internacionales S.A”, por un valor de US$ 282,000 han permitido el cobro de una comisión de US$ 128,000.
Andres Lonac, presidente de la compañía admitió el 25 de julio pasado, frente a una comisión investigadora de las autoridades monetarias haitianas y del embajador acreditado en el país, Fritz Cineas, haber entregado personalmente a Harold Bruno, funcionario de la cancillería, la suma indicada de comisiones.
De manera general, las reparaciones y remodelaciones en la embajada durante el periodo de transición costaron unos US$551,000, en total. El embajador Cineas en declaraciones al periódico Le Nouvelliste, estima que “no deberían haber costado más de US$70,000”.
Igualmente, la adquisión de una casa sobrevaluada en Santiago para alojar, sin haber obtenido la autorización de la Secretaria de Relaciones Exteriores de la República Dominicana, un consulado.
El canciller admitió que se pagó para el imueble localizado en el “reparto Universidad”, frente a la Universidad PUCAMAIMA, alrededor de US$ 400,000. El alto funcionario no precisó, sin embargo, a nombre de quien está preparado el título de propiedad, debido a la inexistencia oficial del consulado.
De acuerdo al senador Evaliere Beauplan, presidente de la comisión de Asuntos Extranjeros de la cámara alta, el personal nombrado por el ex canciller y ex general Herard Abraham, en ese consulado cobraba, sin que hasta la fecha, esa oficina haya sido abierta, sueldos de hasta US$ 15,000 mensuales.
La Sra Therese-Armelle Bazile Georges, esposa del ex secretario de Estado de Finanzas del gobierno de transición, Lemercier Georges, antiguo propietario de la edificación, siempre, según Beauplan, era la Cónsul.
Investigadores de la Unidad de Lucha Contra la Corrupción (ULCC) cuestionaron la “compra relámpago” de esa casa, cuando los consulados haitianos formalmente en función en Barahona y Dajabón, son locales alquilados.
Además, el diputado del oficialista Partido Lespwa, Steven Benoit, un antiguo cuñado del presidente, llamó la atención del Canciller Clerisme y del Director General de la Cancillería Nixon Myrthil, sobre la falta de seguimiento dado al caso de la desaparición de dos cheques por un monto de 76 millones de gourdes, (US$1x36G) destinados al pago de funcionarios y empleados de la Cancillería, así como a becarios haitianos en Cuba.
Asimismo, se mencionó la operación bancaria de US$ 1 millón y medio de dólares que transitó por la cuenta de la embajada de Washington, para una institución financiera desconocida de las autoridades monetarias haitianas.
Harold Bruno, antiguo administrador de la Cancillería, es señalado como el cerebro de una maquinaria que operaba desde su oficina, para el desvío de fondos públicos, el cobro de comisiones sobre las transacciones oficiales y, los nombramientos irregulares en las misiones en el extranjero, reteniendo un porcentaje de los sueldos asignados a cada empleado y funcionario.
Por otra parte, Benoit quien también es miembro de la comisión de lucha contra la corrupción de la cámara de diputados, mencionó a Guy Fanfan en su calidad de ex Inspector General de las Embajadas, quien fuera detenido en dos ocasiones en el Aeropuerto de Miami, llevando consigo, la primera vez, US$ 600,000 en efectivo y la segunda vez US$ 1 millón.
Los miembros del comité que interpelaron a Clerisme, criticaron la lentitud del ejecutivo para operar los cambios necesarios en las misiones diplomáticas y consulares.
El gobierno Preval-Alexis, con más de un año en el ejercicio del poder, no ha efectuado ningún cambio en el personal diplomático de alto rango, de las 39 misiones diplomáticas y consulares, pese al cuestionamiento de los legisladores sobre la irregularidad de los nombramientos. Tampoco ha reintegrado quienes habían sido cancelados por motivos políticos.
El presidente del Senado Joseph Lambert en declaraciones a la prensa antes de la audiencia insistió en que “el senado debe de cumplir con todas sus prerrogativas”. Invitó al ejecutivo a someter a la ratificación del senado, los actuales embajadores y cónsules nombrados por las autoridades de transición. Particularmente en los casos de Washington, de Paris y Santo Domingo.
Al respecto el Canciller haitiano, un antiguo sacerdote católico, ofreció a los diputados una repuesta legalmente correcta, pero políticamente imprudente: “Solo el Presidente de la República tiene el poder de nombrar o cancelar a los embajadores y cónsules”.
La semana pasada, la cámara baja interpeló y dio un voto de censura (68 sobre 99 diputados) al Ministro de Cultura Daniel Elie, por un asunto no muy claro de manejo de fondos durante el pasado carnaval haitiano.
Elie, pese a su amistad personal con el presidente, como es la norma, renuncio a su puesto, al mismo tiempo que anuncio que defendería en los tribunales su “integridad y honor”. Asimismo muchos diputados, no convencidos de los argumentos de Clerisme relativos a las trabas de funcionarios de la cámara de cuenta en relación a los casos de corrupción, han expresado su disposición de “despedir” al actual canciller, si no aporta repuestas más convincentes, que sus promesas de la pasada audiencia
La lucha contra la corrupción, es actualmente junto a la batalla contra el narcotráfico, una de las prioridades del presidente Preval. Altos ejecutivos del SOCABANK, incluyendo el Presidente de la compañía de teléfonos HAITEL, Franck Cine, implicados en la quiebra de la citada institución bancaria están presos.
Dos miembros de una de las familias empresariales más poderosas de Haití, Fritz y David Brant, (padre e hijo) han sido arrestados y llevados a la justicia por su implicación en fraudes aduanales. Hay una investigación en curso sobre el Puerto Marítimo manejado por la Familia Mews.
Existe una percepción positiva de estas acciones al mismo tiempo que distintos sectores incluyendo los legisladores, piden que la lucha en contra de la corrupción no sea ni selectiva ni política. Es evidente que el actual gobierno no ha querido dar curso a varios expedientes que implican altos funcionarios de la pasada administración.
En ese contexto el reclamo de los diputados parece tener validez. Más, la situación de fricciones que tiende a ampliarse entre el ejecutivo y el legislativo, debe de ser manejada inteligentemente para evitar una crisis entre los poderes estatales.
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